Ser más productivo es la meta de muchas personas a las que les gustaría poder hacer más cosas en menos tiempo y así poder alcanzar más rápido sus objetivos y disfrutar de más tiempo libre para poder hacer las cosas que disfrutan hacer tales como estar con sus seres queridos.
Pero el problema es que ser más productivo no siempre es fácil, sobre todo si somos emprendedores y tenemos que asegurarnos de realizar todas las tareas que conlleva ser un emprendedor, o somos autónomos y tenemos que asegurarnos de cumplir con toda nuestra agenda.
Sin embargo, tampoco es algo imposible de lograr si además de un poco de autodisciplina seguimos algunas rutinas diarias destinadas a ayudarnos con ello.
1. Levántate una hora antes
Los empresarios de más éxito se levantan una o dos horas antes de su horario habitual de trabajo. Esto lo realizan para dedicarse tiempo y hacer lo que realmente les apasiona. Por ejemplo, salir a correr, leer un libro o redactar un artículo que les apasiona.
Son pequeños detalles y acciones que cambian el día a día. Puedes pensar qué te gustaría comenzar haciendo, qué es aquello que te apasiona y te mueve. Dedícate un par de minutos a ello. El día cambia totalmente cuando empezamos desarrollando una actividad que nos mueve y gusta.
Incluso puedes dedicarte temprano para cocinar un desayuno rico en proteínas y en fibra. Si tienes por hobbie la cocina o te gusta disfrutar de los placeres de la vida, esta puede ser una opción estupenda. Comenzarás el día con mucha energía.
2. Establece prioridades
Comienza por lo más importante. Puedes dejar los correos electrónicos y actividades que no son tan urgentes para las siguientes horas. Es importante que selecciones y ordenes cuáles son las tareas de más relevancia. De esta forma, puedes organizar tu tiempo de la mejor forma posible.
Bill Gates y Mark Zuckerberg tienen como rutina levantarse muy temprano por la mañana, realizar una actividad que les gusta y ordenar sus tareas. Así no pierden las horas delante del ordenador ni en reuniones. Priorizan sus minutos y saben emplearlos en lo más fundamental.
3. Planifica tu día
La primera rutina de trabajo es realizar las tareas más importantes, como ya hemos dicho. Si bien, también debes establecer en qué momento del día tener las reuniones y contestar los emails o realizar las tareas menos prioritarias.
Por ejemplo, puedes establecer las reuniones o llamadas para media mañana y, a última hora los emails. Recuerda que en el último momento estarás más cansado, por lo que es importante desarrollar una actividad que no consuma demasiada energía.
4. El ambiente es muy importante
Otro punto a tener en cuenta es que el ambiente laboral debe ser adecuado para tu trabajo. No puede estar desordenado ni hecho un caos. Lo mejor para ello es que tengas una agenda donde establezcas las tareas a desarrollar a lo largo de los días y no sobrecargues el espacio.
Opta por una decoración minimalista para que tu cerebro no se encuentre extenuado y pueda pensar con claridad. Asimismo, la luz es otro punto fundamental. Es mejor que esta sea natural y que puedas ver el exterior. Los espacios internos pueden generar que nuestro propio ciclo no sepa el horario en el que nos encontramos. Si no puedes tener una ventana adquiere una luz clara que te ayude a estar a gusto.
5. Bebe mucha agua
La ingesta de líquidos ayuda a que nuestro cuerpo se encuentre hidratado y nuestro cerebro rinda mejor. Si quieres encontrarte bien y en perfectas condiciones a lo largo del día lo mejor es que tomes dos litros de agua al día.
Los zumos contienen demasiada cantidad de azúcar y las bebidas carbonatadas también. Por eso mismo, es fundamental que te centres en un líquido que sea bueno para el organismo. Ten en cuenta que el 80% de nuestro organismo está compuesto por este elemento. Ayuda a depurar y a que nos sintamos mejor.
6. No te olvides de las comidas
Muchas personas, debido al exceso de trabajo se olvidan de sus comidas o las posponen. No hagas esto. Sigue una rutina para ser más productivo y toma tus cinco comidas de forma muy bien establecida.
A media mañana ingiere un yogurt o una pieza de fruta. A mediodía proteínas y vegetales. A media tarde otro yogurt o una fruta, y en la noche un plato pequeño de proteína y vegetales. Los hidratos de carbono puedes tomarlos, pero sin abusar de ellos.
7. Evita las distracciones
Establece unas rutinas con unos horarios. Si a primera hora vas a dedicarte tiempo para ti desconecta los dispositivos electrónicos. Lo mismo puedes hacer cuando estés realizando las tareas más importantes. Si te llamen, no te preocupes, devuelve la llamada en la hora de trabajo que hayas establecido para ello.
8. Recuerda realizar descansos
El cerebro puede mantener su atención solo de 30 a 50 minutos. Por lo tanto, puedes establecer tus tareas en estas franjas horarias. Pasados 50 minutos puedes distraerte brevemente mirando el teléfono móvil, leyendo algún libro que te guste o cerrando los ojos para cambiar la perspectiva.
Recuerda que solamente son 5 minutos de descanso por lo que tampoco tendrás demasiado margen. Durante este tiempo también puedes tomar tu tentempié de media mañana o media tarde.
9. Mantente activo física y mentalmente
No solo es importante mantenerse en buen estado a nivel mental, sino también a nivel físico. Para ello la actividad que realices a primera hora de la mañana o después del trabajo debe centrarse en tu cuerpo.
Ten en cuenta que en él reside tu esencia y es fundamental cuidarlo. Así que, además de beber mucha agua y comer de forma equilibrada hay que cuidar nuestros músculos y huesos. Puedes caminar una hora diaria, ir a natación o al gimnasio. Tú eliges la actividad y la hora para llevar a cabo esta actividad.
10. Dedica tiempo a los tuyos
Finalmente, una recompensa estupenda por haber organizado tu tiempo y haber realizado una jornada laboral muy productiva, y que te ayuda a ser más productivo porque te permite despejar tu mente, relajarte y renovar energías, es dedicar tiempo a los tuyos.
Al finalizar las horas de trabajo puedes quedar con tu pareja, amigos o familiares para llevar a cabo una actividad que les guste a todos. Por ejemplo, pueden ir a merendar al parque, o simplemente ver juntos una película. No es necesario que sea una actividad muy elaborada, lo importante es pasar el tiempo juntos, distraerse de las actividades diarias, y sentirse a gusto.